Es un concepto que cada vez toma más relevancia, pero aún no termina de cuajar en los hogares. Descubre exactamente de qué se trata.
¿Te imaginas un frigorífico que te avise de la fecha de caducidad de los alimentos que contiene? ¿O que los inodoros analicen la orina y recomienden la dieta alimentaria que más conviene seguir?
Son algunas posibles aplicaciones de lo que se conoce como el “Internet de las cosas“; un concepto que nació en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Se trata una revolución en las relaciones entre los objetos y las personas, incluso entre los objetos directamente, que se conectaran entre ellos y con la Red y ofrecerán datos en tiempo real.
O dicho de otro modo, se acerca la digitalización del mundo físico.
Cómo funciona
Básicamente, se trata que todas las cosas del mundo estén conectadas a Internet. Actualmente tenemos smartphones, tablet, ordenadores portátiles, dispositivos multimedia en el salón, e incluso las propias televisiones que se conectan a Internet.
A esto habría que añadir las videoconsolas, e incluso los autos. Sin embargo, eso no es nada en realidad si pensamos en la gran cantidad de cosas que hay en el mundo. No solo los dispositivos electrónicos pueden conectarse a Internet.
Pero el Internet de las cosas va mucho más allá. Algunos ejemplos de cosas conectadas a la red que podrían considerarse como parte de ese Internet de las cosas serían los electrodomésticos que están conectados. Ya existen frigoríficos, hornos y lavadoras que pueden ser controladas desde un smartphone gracias a la conexión a Internet con la que cuentan. Ese es solo el primer paso de lo que está por llegar.
Tanto a nivel doméstico como a nivel profesional, el Internet de las cosas podría cambiar el mundo tal y como lo conocemos hoy. Pensemos solo en algunas de las aplicaciones que podrían llegar a tener lugar. Un agricultor debe conocer en todo momento las condiciones del campo en el que está cultivando. Su trabajo consistiría en comprobar regularmente la temperatura y humedad del campo y registrar estos datos en un ordenador.
Pero supongamos que todos esos datos fueran monitorizados de manera automática y registrado en un servicio online, de manera que el agricultor tuviera en todo el momento el conocimiento de cómo está el campo de cultivo e incluso pudiera conocer cómo está en tiempo real. Y todavía hay más, con sensores lo suficientemente baratos, podría llegar a monitorizar absolutamente todas las plantas que están cultivando, conociendo cómo crecen y si están teniendo problemas algunas de ellas.
El problema de la seguridad
Obviamente, surge un problema vital aún por resolver. Ya existen bombillas que se puede conectar al móvil, e incluso termostatos, pero cuando eso comience a expandirse de manera notable, se comenzará también a aparecer los hackers malintencionados que quieran tratar de molestar a los demás, o incluso ganar dinero con lo que hacen.
Alguien podría tomar el control del hogar, y hoy en día no estamos preparados todavía para esto. Los sistemas de seguridad informática tendrán que avanzar de la misma manera que todos estos nuevos sistemas inteligentes que llegan a las cosas que nos rodean. No obstante, es cuestión de tiempo que estos obstáculos sean salvados.
Vía: muyinteresante.es
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