Un tres a uno, con goles de varios estilos, un atento Edison Flores que capitaliza el error del arquero jamaiquino Blake para abrir el marcador (26 minutos), un certero cabezazo de Renato Tapia tras un córner (45 minutos) y una gran definición de Paolo Guerrero a los 58, dejan contento al aficionado peruano. Más aún a los congregados en el Estadio de la UNSA de Arequipa, que lució un lleno total. Pero, el entusiasmo no nos debe cegar. Jamaica fue un rival discretísimo.
Por lo planteado en el primer tiempo, con Paolo Guerrero y Renato Tapia (suspendidos para la siguiente fecha eliminatoria ante los bolivianos) desde el minuto inicial, jugando en la altura arequipeña, contra un rival que sobre el papel tiene como argumentos más destacables el juego friccionado y la velocidad, nos hace pensar que Ricardo Gareca tenía en mente más el partido contra Ecuador en Quito (5 de setiembre) que el de Bolivia (en Lima, para el 31 de agosto).
Ambos cotejos son vitales para las todavía matemáticamente posibles aspiraciones de Perú en estas Eliminatorias al Mundial Rusia 2018. Sin embargo, Jamaica jugó (este 13 de junio en Arequipa) un partido muy endeble, anotó por medio de un penal controversial al final del partido, y tuvo alguna jugada de riesgo en la primera mitad con un balón entre Fisher y Nicholson, bien conjurada por el arquero Carlos Cáceda. Ecuador de local ataca constantemente y tiene gol, está mejor acostumbrado a la altura que Perú, y por supuesto que los jamaiquinos (de un país costero).
Debido a esto, a pesar de irnos con un tres a uno a favor, es muy complicado sacar atributos peruanos que vayan a ser de gran utilidad contra Ecuador. Lo primero que habría destacar es la reconciliación de Christian Cueva con el buen juego y la armonía con sus compañeros. En una jugada que no termina en gol, pudimos constatar la conexión entre Miguel Trauco y Guerrero (obviamente, fruto de compartir equipo en el Flamengo de Brasil).
A Cáceda, y posteriormente a José Carvallo se les exigió tan poco que no se les puede medir demasiado en este amistoso. Lo que sí fue preocupante es la irregularidad de Christian Ramos en la zaga blanquirroja. Una noticia buena en defensa son los minutos de Anderson Santamaría, ingresó con ganas y atrevimiento al sumarse al ataque. El mediocampo y la delantera (con Andy Polo y Guerrero) estuvieron en un buen nivel, con constantes jugadas de riesgo en área rival.
La convocatoria de Ricardo Gareca se sustentó en los muchos ingresos en el segundo tiempo (Carvallo, Santamaría, Miguel Araujo, Nilson Loyola y Alexander Succar). No desentonaron, a pesar del lógico desorden que genera tanta variante. Ante Bolivia sigue quedando claro que Raúl Ruidíaz es bolo fijo para el DT peruano. No ha ensayado con consistencia otras opciones.
En concreto, el triunfo contra Jamaica se puede ver desde la perspectiva del “vaso medio lleno” o el “vaso medio vacío”. La primera propone un partido que se debía ganar y se logró el objetivo con un marcador holgado. La segunda determina que Jamaica no fue el sparring que Perú necesitaba para delinear un esquema realista ante Ecuador en Quito. Amigo lector, usted escoja cómo quiere apreciar esta victoria ante los jamaiquinos.
Como siempre:
¡Arriba Perú!
