Israel, con sus 70 años de existencia, ha marcado logros increíbles como nación. Y si se trata de tecnología, es el país con la mayor inversión per cápita en investigación y desarrollo desde las aulas universitarias.
Israel es hoy uno de los países más prósperos de la región y, junto con Silicon Valley, se posiciona como uno de los centros de innovación y desarrollo más importantes del mundo.
Su éxito parte de su espíritu emprendedor: su economía está basada en el desarrollo de capital humano, la innovación y el conocimiento. Por ello que es el país con la mayor inversión per cápita en investigación y desarrollo donde cinco de sus nueve universidades están dentro de las mejores del mundo.
A ello se agrega que el 60% de su población cuenta con un grado de educación superior, lo que lo ubica en el lugar número 4 de la Organización para la Cooepración y el Desarrollo Económicos (OCDE). Y gracias a la inversión en talento, más de 500 aceleradoras y fondos de inversión se han instalado en Israel para impulsar el emprendimiento.
Así que son 4 los factores que han sido determinantes para el éxito de Israel: incertidumbre, talento, agricultura, y miedo al fracaso.
1. Incertidumbre
Los israelitas están preparados para la incertidumbre donde el Ejército juega un papel muy importante en su formación. Aquí, el servicio militar es obligatorio para todos los jóvenes, hombres y mujeres. Ante las constantes amenazas de guerra, los jóvenes israelitas desarrollan una capacidad de adaptación que les permite responder de manera efectiva para hacer frente a cualquier escenario.
En el ejército se forman líderes orientados a resultados y resolución de problemas. Estas son aptitudes necesarias para la operación efectiva del Ejército, pero, en otro contexto, son competencias fundamentales para cualquier emprendimiento.
2. Talento
En la educación superior, sobresale un dato interesante: los estudiantes entran a la universidad a la edad de 22 años comparado con los 18 años del resto de los países. Esto se debe a los tres años que pasan en el servicio militar y a un año adicional que la mayoría de los jóvenes toman para viajar por el mundo. Por eso que el espíritu emprendedor se empieza a fomentar desde la universidad.
Además, los jóvenes tienen acceso a fondos de inversión, aceleradoras e incentivos del gobierno para desarrollar sus ideas desde la universidad. La aceleradora Siftech, como ejemplo, tiene un fondo de inversión que es administrado por estudiantes y para estudiantes. Los mejores alumnos seleccionan los proyectos de otros estudiantes para invertir capital semilla.
Y no es coincidencia que las principales empresas de alta tecnología como IBM, Intel, Microsoft,Cisco y Motorola, y más de 300 otras empresas internacionales, hayan establecido sus centros de investigación y desarrollo en ese país convirtiéndose en líder mundial en desarrollo de tecnología de vanguardia.
3. Agricultura
Israel transformó su entorno en la década de los 60. El riego por goteo permitió hacer un uso racional del agua para convertir su suelo árido en uno fértil para los cultivos. Para impulsar la agricultura, el gobierno se enfocó en transformar el suelo para que las semillas encontraran una tierra fértil donde crecer. Para fomentar el emprendimiento en la década de los 90, el gobierno utilizó un enfoque similar.
Así que el gobierno no se dedicó a crear empresas, se enfocó a establecer las condiciones adecuadas para favorecer el crecimiento natural del emprendimiento y facilitar un terreno fértil donde las empresas puedan prosperar estableciendo incentivos para fomentar la inversión extranjera directa y la innovación. Por eso que en los 90, el gobierno lanzó el proyecto Yozma para impulsar el emprendimiento asignando 100 millones de dólares para crear 10 fondos de capital de riesgo en un esquema de coinversión con el sector privado.
4. Miedo al fracaso
Si las personas exitosas tienen una mentalidad de crecimiento, se nutren del desafío y ven al fracaso no como evidencia de la falta de inteligencia, sino como una vía para crecer y ampliar sus capacidades,entonces, para los israelíes, el fracaso es una oportunidad de aprender.
En Israel utilizan el término “fracaso constructivo”: no le temen al fracaso y es considerado como parte del proceso de mejora continua. Esto contribuye a la cultura de innovación que se respira en Israel, donde el fracaso se entiende como parte de la experiencia empresarial y del desarrollo profesional de las personas. Hoy, Israel es el país que genera el mayor número de empresas nuevas cada año, por lo que hoy se le conoce como el Startup Nation.
Vía: Entrepreneur
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