Cuando uno espera poco, termina recibiendo más. Esa es la frase que describe mejor la sensación que me dejó La Momia (The Mummy), la nueva película con Tom Cruise. Las críticas de los medios especializados eran feroces, pero he aprendido a no guiarme por ellas, soy de un punto de vista menos elitista, procuro entretenerme en el cine. Y esta cinta me entretuvo, más allá de que no esté al nivel de otras propuestas de terror más elaboradas como Drácula de Bram Stoker (de Francis Ford Coppola) o Frankenstein (de Kenneth Branagh).
A esta Momia del 2017 no se le debe comparar ni con los filmes reseñados en el párrafo anterior, ni mucho menos con las obras clásicas protagonizadas por el británico Boris Karloff (Imhotep en La Momia de 1932 y el más recordado Frankenstein). La idea de la nueva cinta es llevar al monstruo egipcio a una saga de seres infernales que se mezclarán en una serie de aventuras muy parecidas a las de Marvel Comics y DC Comics. Esto se llama Dark Universe y es parte de Universal Pictures.
Por lo que La Momia (2017) no es un ejercicio terrorífico, sino de ciencia ficción. Es como una mezcla del Código Da Vinci (aventuras frenéticas, con un trasfondo oscuro) y la comedia de terror de 1980 Un hombre lobo americano en Londres. Justamente, parte de la acción transcurre en la capital inglesa, y como en la historia del licántropo, el protagonista (en este caso Tom Cruise) debe aceptar el trance de estar “maldito”.
Sobre la actuación de Tom Cruise, mi nota no es tan aprobatoria como con el filme. Cruise es un actor que puede realizar una mejor performance de la que presenta en La Momia, donde se le llega a notar forzado, lo mismo que su bella compañera Annabelle Wallis. Entre los adelantos que presentan previos al metraje de la película, vemos el tráiler de Barry Seal: El traficante, donde en segundos se ve más histrionismo de Tom que en toda La Momia.
Lo que sí debe resaltarse es la exótica y pérfida presencia de Sofia Boutella (también la vimos en Star Trek Beyond). Es muy bella y bastante creíble como villana. Russell Crowe interpreta a otro icono literario (no mencionamos su personaje, pues en este blog tenemos la política de evitar spoilers), pero podemos decir que el gran actor australiano anda muy bien en este difícil rol. Su personaje será esencial para unir a los otros filmes de Dark Universe.
Lo decíamos al principio de este comentario, La Momia es una de esas cintas que no dan pausa al espectador. La trama es rápida y entretenida. Cayendo en el defecto de no introducir debidamente a los personajes, carecen de motivaciones que puedan reforzar sus caracterizaciones. Apenas hay un respiro para dar un boceto del complejo londinense donde se integrarán los otros monstruos de esta saga.
Para generar interés en Dark Universe, que con La Momia empieza a dar sus primeros pasos cinematográficos, presentamos el menú de los siguientes proyectos. El 2019 se proyectarían La Novia de Frankenstein (con Javier Bardem a la cabeza) y el Monstruo de Laguna Negra (no tenemos confirmación de los actores que intervendrán en dicho filme) y el 2020 aparecerá El Hombre Invisible (con Jhonny Depp). Drácula y el Hombre Lobo se sumarían a la fiesta.
Bueno, por lo pronto, amigo lector vaya a ver La Momia sin temor, mucho miedo no da. Pero la acción y los efectos especiales están garantizados (particularmente disfruté la escena donde la muerta viviente egipcia somete a una serie de momificados caballeros medievales ingleses). A veces, cuando uno no espera tanto de una película, termina recibiendo buen entretenimiento.
