Es uno de los personajes de orígen humilde que debió atravesar un camino de esfuerzo y determinación para convertirse en el número uno. Conozca la historia del dueño de Starbucks: Howard Schultz.
Hablar hoy día de Starbucks, una empresa con una capitalización bursátil de casi 90 mil millones de dólares, y de Howard Schultz, CEO de la compañía con un patrimonio estimado de 3.000 millones de dólares, puede parecer un éxito fácil, pero lo cierto es que llegar hasta aquí no le fue nada fácil.
Y es que Howard Schultz, uno de los empresarios más queridos y respetados por sus empleados de una franquicia con más de 23.450 sucursales distribuidas en los cinco continentes, proviene de una familia pobre y que en su edad adulta tuvo algunos trabajos que no pronosticaban un futuro de éxito.
Origen humilde
Schultz nació el 19 de Julio de 1953, en un barrio pobre de Brooklyn, Nueva York, experimentando la carencia a una edad temprana, cuando su padre tuvo un accidente mientras trabajaba como conductor de camiones recogiendo y entregando pañales. En ese momento, su padre no tenía seguro de salud ni ninguna compensación económica para trabajadores, por lo que la familia se quedó sin ingresos cuando Schultz tenía tan sólo 7 años.
Su familia malvivió durante algún tiempo razón por la cual el pequeño Howard fue enviado a un hogar para pobres donde recibía comida y atención médica. Estudió en Canarsie High School y tras graduarse en 1971 recibió una beca como deportista en la Universidad de Michigan. Era el primer miembro de su familia que asistía la universidad.
Pero entonces sufrió una lesión que le impidió continuar en los deportes y perdió la beca. Eso lo llevó a tomar medidas desesperadas para poder pagar la universidad, como vender su propia sangre. Y luego de recibir la licenciatura en Comunicación en 1975, Schultz pasó un año trabajando en un albergue de esquí en Michigan.
A sus 22 años, Schultz ingresó a trabajar como vendedor de Xerox y luego consiguió empleo en la compañía Hammarplast, que vendía máquinas cafeteras a Europa y Estados Unidos.
Sus inicios en los negocios
Sus habilidades y eficiencia le merecieron rápidos asensos en las líneas corporativas hasta convertirse en director de ventas. Entonces notó que la mayoría de las ventas se dirigían a una pequeña tienda de café en Seattle, Washington, llamada Starbucks Coffe Tea and Spice Company, y decidió acercarse hasta el lugar para ver el proyecto en persona en 1981 cuando ésta cumplía 10 años de existencia.
Fue amor a primera vista. Él reconoció que sintió haber llegado a casa. “Nunca había probado una taza de café tan buena. Conocí a los dueños y fue genial. Me dije: ‘Dios, un negocio así es lo que he estado buscando toda mi vida’”, recuerda Schultz.
Para 1982, él ya estaba casado con Sheri Kersch y tenía tres hijos. Ese mismo año fue contratado como director de ventas minoristas de Starbucks a sus 29 años de edad, pero el destino de la compañía Starbucks cambió para siempre cuando lo enviaron a visitar a un proveedor en Milán, Italia, pues fue allí donde encontró la pasión por el buen café italiano con el espresso y cappuccino.
Shultz volvió de Italia con muchas ideas para aplicar a la empresa y revolucionar el sector de las cafeterías en Estados Unidos, pero los fundadores rechazaron las ideas que proponía Shultz. Fue así que en 1985, Schultz decidió dejar de trabajar en Starbucks, debido a que tenía claro que su visión de negocio podía tener éxito, por lo que dejó la compañía para crear la suya propia, llamada Il Giornale.
Sus habilidades en negociación hicieron posible que consiguiera recaudar más de 1,6 millones de dólares para comenzar su propio negocio por el que estuvo enfocado dos años en la apertura de varios establecimientos Il Giornale, inspirados en la cultura italiana del café, algo que sin duda, en Estados Unidos era muy innovador, teniendo en cuenta que allí el café de cafetera es prácticamente inexistente.
Compra Starbucks
Tal fue el éxito de los establecimientos de Schultz que en Agosto de 1987, Il Giornale compró Starbucks por 3,8 millones de dólares, y se convirtió en el CEO de Starbucks, que en ese momento tenía 6 tiendas. Lo cierto que bajo su tutela, la empresa consiguió abrir 165 tiendas en EEUU y que para el año 2.000, Starbucks ya tenía un total de 3.500 establecimientos y más de 2.200 millones en ingresos anuales.
Para el año 2007, Starbucks ya tenía 7.100 tiendas en Estados Unidos, y Schultz era un hombre inmensamente rico, pero Schultz ha querido compartir sus claves del éxito con el mundo. Por eso ha escrito dos libros que se han convertido en bestsellers. “Pour Your Heart Into it: How Starbucks Built a Company One Cup at a Time” (1999) y “Onward: How Starbucks Fought For Its Life Without Losing its Soul” (2012).
En la actualidad, Starbucks cuenta con 21.000 establecimientos en 65 países de todo el planeta, cuyos ingresos bordean los 16 mil millones de dólares. Irónicamente, no existe ningún Starbucks en Italia.
Vía: negocios1000.com/ megaricos.com
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