En un viaje que realice a la Reserva de Pacaya Samiria, en la región amazónica de Loreto, caminando me tope con un camino de hormigas que llevaban trozos de hojas a su colonia. En ese camino de hormigas se distinguían tres tipos: primero, las hormigas que llevaban las hojas; luego, más grandes y a ambos lados se colocaban los soldados que protegían la logística, y en tercer lugar, sobre los trozos de hojas que se transportaban iban limpiando diminutas hormigas, asegurándose que los trozos de hojas no transporten un agente nocivo que perjudique a la colonia.
Mi intención de contar esta experiencia es dar un ejemplo de cómo se comporta una colonia en la naturaleza y demostrar uno de sus beneficios: brindar la seguridad a los miembros. En el Perú he trabajado con la colonia japonesa e italiana, y he visto aunque no a profundidad como trabaja la colonia judía, árabe y china. En todos los casos, una de las características de estas colonias se manifiesta cuando se desea adquirir un producto: tiene que ser de una empresa cuyo dueño sea algún miembro de la colonia. Aun cuando sea podría conseguir el producto en otro lugar a un precio más económico. Pero, hay que velar por el bienestar del miembro de la colonia. “Cuando tenga problemas, el me podrá apoyar”. Hasta antes de la realización de los 2 últimos censos, a ojo de buen cubero estimábamos que la población del Perú seria de 30 millones de habitantes, pero después de la realización de los censos se obtuvo que esa cifra podría ser cierta o superior si no fuera porque más de 2 millones de peruanos migraron a otros países. Una parte del crecimiento de la economía peruana de los últimos cinco años se debe gracias a estos peruanos que enviaban dinero a sus familiares. Dinero que en su mayoría va destinado a consumo, pero una parte nada despreciable va destinado a inversión. “Hermanito, envíame que es para poner mi negocio”.
Por otro lado, gracias a estos peruanos algunos productos desconocidos en otros lares se empezaron a hacer conocidos, creando e impulsando una demanda para ellos. “maca makes me feel good!. A partir del 2009 la crisis internacional se agudizó. Dejo de ser un problema sectorial de créditos hipotecarios y llego al sistema financiero, a partir del cual irrigo a todos los sectores y economías, empezando por las más desarrolladas: donde se encuentran las colonias de nuestros compatriotas. Los próximos meses ahora nosotros haremos las llamadas, seremos nosotros los que estemos preocupados por ellos. Tía, ¿están bien? ¿Cómo va el trabajo? ¿Cuánto necesitas?
Ojalá que esta crisis internacional pase pronto, porque a la pyme peruana la va a afectar, quizá no por el lado de menor demanda interna (durante el 2008 el crecimiento de la demanda interna fue de 12.4% y en el 2009 se espera que continúe en positivo), pero si como entidad empresa familiar que suele ser. En algunos casos ahora nos toca devolverle el capital al familiar que de lejos nos apoyo. Cuando acabe la crisis y se recuperen esperemos que el flujo comercial retome a sus altas tasas de crecimiento, gracias en parte a las colonias de peruanos que viven en el exterior.
Juan Pablo Cespedes
