Al explorar nuevas dimensiones del pensamiento, hay muchas técnicas que pueden ayudar a mejorar los poderes mentales ya existentes por lo que vamos a ver algunas de estas técnicas y también la forma de aplicarlas.
Cada ser humano posee una mente privilegiada, y con ello no nos referimos a que sea inteligente desde el punto de vista cognitivo o de coeficiente intelectual; nos referimos al inmenso potencial de recursos que posee.
Y es que no existe mayor fuerza en la naturaleza, que un ser humano con una firme y total determinación. Esto nos trae a la mente a John Kehoe, autor del best seller “Los poderes de la mente”, cuando en una entrevista explicó la manera en que llegó al firme convencimiento del poder inmenso, que como ser humano, habitaba en él.
Kehoe se recluyó en una cabaña aislado de toda vida social, con el fin de escribir y meditar y se dio cuenta que no podía transmitir a otras personas, mensajes de empoderamiento y del poder inmenso de posee nuestra mente, si él no lo creía firmemente y lo experimentaba desde cada célula de su cuerpo.
Así que debía de encontrar la fe absoluta que le confirmara esa creencia decidiendo entonces enfocarse, cada día y alrededor de una hora, a repetirse una y otra vez la frase : “Hay un poder infinito dentro de mí”.
Palabras, pensamientos y emociones crean el futuro
Hay que creer firmemente que las cosas que se piensa, las palabras que se dice y las creencias que se tienen son muy poderosas; dan forma a nuestras experiencias y a nuestra vida. Es como si cada vez que se tiene un pensamiento o se dice una palabra, el Universo escuchara y respondiera.
Así pues, si hay algo en la vida que no es de nuestro agrado, se tiene el poder para cambiarlo; se tiene el poder de nuestros pensamientos y palabras. Cuando cambiamos las palabras y los pensamientos, cambian también nuestras experiencias.
D etal modo que sea cual fuere nuestro pasado, sea cual fuese el ambiente del que procedemos, por difícil que haya sido nuestra infancia, se pueden hacer cambios. Esta es una idea muy poderosa y liberadora, y si se cree en ella se convierte en realidad.
Tal y como explicó Kehoe, hubo muchos días que este ejercicio le pareció completamente absurdo y desesperante, pero jamás dejo de hacerlo cada día. Fueron pasando las semanas y los meses, hasta que al tercer mes, mientras hacía el mismo ejercicio de siempre, algo en su interior hizo un “claik”, algo cambió, y finalmente “sintió” que su mente tenía un poder inmenso, que era capaz de conseguir cualquier cosa que se propusiera de verdad.
Y es que había grabado en su mente subconsciente esta creencia: había encontrado la confianza total, la Fe.
La fe en tu propio poder abrirá a manifestar tus deseos
Esa fe entonces le iba a permitir a John a aprovechar enormemente el potencial de su cerebro, activando las conexiones neuronales necesarias para llevar a cabo sus propósitos por lo que su cerebro empezó a trabajar de otra manera, mucho más eficiente y potenciadora, pues creía firmemente en él y en sus capacidades.
Seguramente alguna vez hayas escuchado más de una vez, que los límites la mayoría de las veces un mismo se la pone. Una persona pesimista o negativa, debido a su sistema de creencias y falta de fe en sí misma, está descartando, sin ni siquiera darse cuenta, un abanico enorme de opciones y alternativas, para salir de una situación adversa o conseguir realizar sus sueños.
Y cuando se conecta nuestro corazón, la mente y conciencia, se ingresa en la armonía que se necesita para materializar nuestros deseos. Si la vida no es tal y como se desea, no hay que esperar a que alquien la cambie, pues tú eres el único que puede hacerlo. Todo el inmenso poder está dentro de tu ser.
Vía: elvasomediolleno.guru
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