Paraguay venía vapuleado tras caer cinco goles a cero ante Francia en Europa, por ello el técnico paraguayo Francisco “el Chiqui” Arce planteó un cerrojo defensivo que anuló a Perú durante los primeros 45 minutos disputados en el Estadio Mansiche de Trujillo. Esta idea de un rival “hermético” convenía a Ricardo Gareca, pues se asemeja a lo que se presupuesta que hará Bolivia en el encuentro eliminatorio del próximo 31 de agosto.
Para eso están los juegos “amistosos”, para delinear estrategias, ver opciones futbolísticas que no se pueden probar en un partido oficial. Pero, lo que levanta las alarmas es la necesidad que sea Paolo Guerrero el que cambie el rumbo de un empate que parecía poco para un Perú mejor en todo sentido durante la segunda mitad. Guerrero no estará ante Bolivia y este 8 de junio fue vital para llevarnos el triunfo.
Paolo Guerrero definió con autoridad un tiro libre que venció a un buen arquero albirrojo Roberto Fernández (que reemplazó al guardameta titular Antony Silva). Era el minuto 75 y se temía un empate decepcionante para un estadio Mansiche, donde el pueblo trujillano se congregó entusiasta a ver a la Selección Peruana. Con ese gol se venció, se camufló un mal primer tiempo y se convalidó la mejora vista desde el inicio de la segunda mitad.
Sin embargo, uno se pregunta si era necesario recordar que Paolo Guerrero siempre puede ser el héroe de Perú, no hubiera sido mejor apostar por un jugador que reemplace al ariete del Flamengo, como Alex Succar que jugó, y no trascendió, quince minutos. Parece quedar claro que Ricardo Gareca tiene como único suplente del goleador peruano a Raúl Ruidíaz que se espera llegue plenamente recuperado de su lesión a la rodilla que lo marginó para este amistoso y el del 13 de junio contra Jamaica (en Arequipa).
También molesta el mal funcionamiento de Perú durante la primera mitad del partido, Paraguay tocaba y tocaba ante la mirada impotente de nuestros seleccionados. El peligro peruano sólo se tradujo en los esfuerzos excesivamente individualistas de Christian Cueva, que otra vez no puede disimular el bajón futbolístico que viene sufriendo. Por lo demás, la única jugada de riesgo de los 45 minutos iniciales fue del paraguayo Oscar Romero, con un fuerte remate bien conjurado por el arquero nacional Pedro Gallese.
Al segundo tiempo vimos a otro Perú, atrevido, con buen fútbol, jugadas hilvanadas, y cambios refrescantes. André Carrillo, Edison Flores, Luis Advincula empezaron a aparecer. La variante de Cueva por un atrevido y debutante José Manzaneda fue importante para el control del balón. También colaboró la expulsión por segunda amarilla del paraguayo Rodrigo Rojas.
Así las cosas, el gol de Paolo Guerrero es merecido, pero deja esa interrogante: ¿Sin Guerrero, tiene Perú el jugador que anote un triunfo contra Bolivia? Todas las esperanzas parecen cifrarse en Raúl Ruidíaz. Las otras líneas del “equipo de todos los peruanos” parecen estar bien cohesionadas, con gran entendimiento de Alberto Rodríguez y Christian Ramos, y un Miguel Trauco que lució mejor.
En Arequipa esperamos ver más minutos de Succar, de Alexi Gómez, y sobretodo de Manzaneda. También gustó Sergio Peña, un aporte que podría revalorarse ante la ausencia obligada de Renato Tapia ante Bolivia. El otro ausente contra los altiplánicos será Aldo Corzo, pero ya queda clarísimo la presencia de Advincula. Esperemos que Jamaica juegue al nivel de exigencia de Paraguay, que fue un rival complicado.
