La primera vez que escuché que la frase lapidaria de “el SEO ha muerto” fue allá por el año 2.006, cuando empezaba a dar mis primeros pinitos en el mundillo, y por lo visto venía de unos años antes debido a una serie de cambios de algoritmos.

Y claro, con este panorama te preguntarás, ¿qué hace escribiendo ahora Sergio de que si el SEO ha muerto o si está vivo? Y, sobre todo, ¿a quién le importa?

Pues bien, me ha salido este post porque en los últimos veces llevo escuchando más que de costumbre lo de que el SEO ha muerto, y claro, como uno no se puede estar quietecito se ha puesto a rebuscar por Google y resulta que la búsquedada para hablar aún más que hace 9 años, algo a lo que no me he podido resistir (como bien comprenderás).

El SEO ha muerto, ¿de verdad?

El SEO ha muerto, o más bien le han querido matar y resulta que estaba tomando cañas (lere lerele) en más de una ocasión, y me parece que esta modita no es ni más ni menos que una más de tantas.

Como me gusta poner en antecedentes, vamos a empezar con una serie buenísima que espero que la HBO lleve a la pantalla: Las Muertes del SEO™.

Muerte del SEO número 1: Google Caffeine

La primera muerte del SEO de entidad que tuve el gusto de vivir en todo su esplendor fue el lanzamiento de Google Caffeine, un algoritmo que podríamos llamar antediluviano que se conjugó bastante bien con Google Vince. El primero se fundamentaba en hacer un ranking en tiempo real (o casi), potenciando la indexación y el posicionamiento a mansalva.

El segundo básicamente potenciaba a las marcas en detrimento del pueblo llano, y claro. Corría el año 2.009 y todo el mundo puso el grito en el cielo: El SEO se muere, ahora sólo van a posicionar las marcas y los sitios de noticias. Y se confundieron.

Muerte del SEO número 2: Google Panda

Allá por Febrero de 2.011 en Estados Unidos y un fatídico 12 de Agosto de 2.011 en España salió Google Panda, un algoritmo que premiaba el contenido largo (de aquellas era raro encontrar una página con más de 300 palabras de contenido) y castigaba el contenido corto en extensión y el contenido duplicado, de cara a combatir lo que había aflorado con Vince: Medios que escrapeaban contenido de otros y posicionaban por encima de ellos. De hecho, de aquellas me pilló trabajando en una red de blogs que, de un día para otro, perdió el 70% de su tráfico. Sí, has leído bien.

Pues bien, aquí se pronosticó otra Muerte del SEO™ porque claro, posicionar se había convertido en algo tan complicado y con tanta dedicación que sólo los mamotretos que gastaron un montón de dinero en AdWords podrían asumir esa inversión, ¡quién iba a escribir más de 300 palabras! (Pues estás leyendo sobre 1.000 si llegas hasta el final).

Y se equivocaron.

Muerte del SEO número 3: Google Penguin

Hubo un tiempo de felicidad en la que los webmaster de todo el mundo se dedicaban a hacer muy poquito de SEO on-page y a comprar enlaces a donde fuera sin conocimiento, y el 24 de Abril de 2.012 Google lanzó el algoritmo Penguin que básicamente penaliza enlaces no naturales, de baja calidad y que cantan a la legua.

Pues bien, una vez más, webmasters de medio mundo pusieron el grito en el cielo: El SEO ha muerto™, si nos quitan también los enlaces, ¿qué vamos a hacer? Posicionar se ha vuelto imposible.

Y una vez más, se equivocaron.

Vale, el SEO no se ha muerto, ¿entonces qué pasa?

Mientras haya un buscador que cuando introduzcamos unas palabras (sean escritas o vía voz) devuelva unos resultados que no sean de pago, no se habrá muerto el posicionamiento web, de hecho, quiero haceros una pregunta que estoy seguro que a más de uno os va a gustar:

¿Cuántos que os han dicho que el SEO ha muerto acto seguido ha ido a buscar a Google y pinchar en un resultado orgánico porque sabe de sobra cuáles son los anuncios y no quiere pinchar en ellos?
Pues eso, pillado, y con todas las de la ley.

A lo que iba, el SEO ni mucho menos ha muerto, y mientras exista Google (y quien venga detrás) me parece que no se va a poder morir, porque eso presupone la idiotez del usuario, algo que no suele funcionar.

Me explico: Para que se muera el SEO no tiene que haber resultados orgánicos en el buscador, sólo resultados de pago. Pero si tienes un buscador sólo con resultados de pago por definición no va a mostrar los mejores resultados de búsqueda, ergo el usuario se irá a otro buscador que le ofrezca la información que está buscando.

Si alguien presupone que el usuario va a tragar ad infinitum con información que no le sirve, va apañado.

El SEO no ha muerto, hay que hacerlo bien, compadre

Pues eso, el SEO no ha muerto, ahora lo que pasa es que hay que hacerlo bien, y bien de verdad, es decir:

  • Antes valía poner cualquier contenido y cualquier copy sin conocimiento. Ahora ya no.
  • Antes valía poner cualquier maquetación si tenías relevancia. Ahora ya no.
  • Antes valía comprar publirreportajes y enlaces a mansalva de cualquier sitio. Ahora ya no.

¿Entonces ahora que vale?

De primero debes escribir artículos en profundidad (como el que estás leyendo), largos, únicos, originales, bien maquetados y con formatos enriquecidos.

Una vez los tengas, hay que promocionar muy bien por tu comunidad, ya sea por email, por marcadores sociales o por los canales que sean.

Una vez promocionas, has de conseguir enlaces de calidad, es decir: Enlaces desde sitios relevantes y que sean de tu misma temática (el más difícil todavía, así que si te ha gustado el artículo, ya sabes, a enlazar toca).

Y si consigues todo esto, pues posicionas arriba, en realidad no hay nada nuevo, ¿verdad? Tampoco es nada nuevo que, si sigues culebreando y haciendo cosas que no parezcan naturales (ojito al matiz, hay que ser honesto siempre, técnicamente incluso cuando promocionas tus post estás modificando el esquema de enlaces de tu web), seguramente antes o después te va a llegar la penalización, pero bien además.

Pues eso, la próxima vez que te digan que el SEO ha muerto, ya sabes que se estaba tomando cañas, ¿verdad?